Mitos y leyendas sobre dragones

Para los dragomaniacos, donde me incluyo, su majestad el dragón es motivo de venia. Estos resopladores de fuego, poseedores de sabiduría y gran intelecto, protegieron el vellocino de oro y custodiaron grandes tesoros. Dice la leyenda que quien ingería el corazón de un dragón, podía entender el lenguaje de las aves; quien ingería su lengua, nunca perdería una discusión y quien bebía su sangre, obtendría un profiláctico infalible para heridas por arma blanca. 

Según los relatos, un dragón hizo su nido cerca de la fuente de agua que proveia a cierta ciudad. Por tal motivo, sus habitantes debían apartar frecuentemente al dragón de la fuente de agua, lo cual conseguían mediante la ofrenda de un sacrificio humano cuya víctima se escogía al azar entre la población. Un día, fue seleccionada la hija del rey, pero cuando estaba a punto de ser devorada por el dragón apareció San jorge, un oficial romano quien se enfrenta al temible dragón, lo mata y salva a la joven princesa. Los agradecidos ciudadanos abandonan el paganismo y abrazan el cristianismo. Pero San Jorge no solo fue patrón en Inglaterra, también lo fue en ciudades españolas y otros países como Etiopía, Rusia, China y Portugal. Incluso, la ciudad que más esculturas tiene de San Jorge matando el dragón es Moscú. De todas formas la historia es muy interesante y encantadora y más de mil años después sigue vigente.