Pero las cosas también pueden ser de otro modo...es hora de resaltar las cosas buenas de los otros. ¡No todo el mundo puede estar haciendo las cosas mal todo el tiempo! Es cierto que en un país donde muchas cosas funcionan mal, dicho fenómeno puede volverse contagioso hacia su población y hacer que esta también funcione mal, pero no, no es así. Existe gente del común que intenta hacer las cosas bien y afortunadamente, una buena cantidad de esa gente en un buen numero de ocasiones lo logra con éxito.
Así las cosas, es buen momento para revivir el arte de dar las gracias, para reconocer el buen trabajo de los otros, su esfuerzo y además de eso, la buena actitud, porque definitivamente la actitud lo es todo, o al menos, una buena parte. En medio de la sociedad del caos en que vivimos, el valor de una sonrisa y el poder de la palabra es incalculable, y son cosas como esas las que nos recuerdan que a pesar de muchos avances tecnologicos o el mundo de lo material, es la sensibilidad del ser humano la que mueve este mundo y un poco de asertividad no le cae nada mal a nuestra compleja y violenta sociedad.